¿Qué es un eccema?

Un eccema, o dermatitis atópica, es un problema de la piel muy común que afecta tanto a adultos como a niños. Se caracteriza por manchas rojizas, ásperas y que causan comezón sobre la piel. Afecta más comúnmente a los niños, pero también puede afectar a los adultos. Es un problema crónico, pero tiende a exacerbarse de manera periódica, especialmente si se agrava por ciertos factores medioambientales, tipos de alimentación u otras variables. En este momento, no hay cura para el eccema, pero hay muchas opciones de tratamiento que pueden ayudar a aliviar la comezón y evitar más brotes.

Síntomas del eccema

Los síntomas del eccema pueden variar de persona a persona desde una piel enrojecida hasta una comezón intensa. Algunas personas experimentan piel seca; zonas de la piel con un aspecto rojizo, marrón o gris; bultos que supuran fluido al rascarse; así como piel agrietada o gruesa.

Se pueden encontrar zonas con eccema en las manos, pies, tobillos, muñecas, cuello, párpados, las partes interiores de los codos y las rodillas; en los niños, el eccema se encuentra frecuentemente en la cara y en el cuero cabelludo. Además, el eccema se puede agravar estacionalmente. Los síntomas son con frecuencia más graves con el aire seco y frío del invierno que con los días cálidos y húmedos del verano. Encender un humidificador casero durante el invierno puede ayudar a evitar los brotes.

Causas del eccema

El eccema es provocado por una variación genética que cambia la capacidad de la piel para protegerse apropiadamente. La piel sana es capaz de retener agua y proteger al cuerpo de las bacterias y otros irritantes. El eccema es el resultado de que el cuerpo tenga una respuesta hiperactiva cuando se activa el sistema inmunitario. Se ha comprobado que el eccema ocurre más comúnmente en familias que tienen un historial de alergia al polen o asma, lo cual apoya la tesis de que el eccema es una respuesta cuando se activa el sistema inmunológico del cuerpo. El eccema no es contagioso para otros niños o adultos.

El eccema en niños

Alrededor del 20 por ciento de los niños son diagnosticados con eccema y muchos de ellos superan este problema cuando tienen 2 años. Las complicaciones del eccema pueden incluir asma y alergia al polen, especialmente en niños menores de 13 años, infecciones cutáneas, pobre calidad del sueño debido a la comezón y otras preocupaciones crónicas de la piel.

La piel roja, sensible, escamosa e incluso crujiente o supurante afectada por el eccema es especialmente incómoda para los niños, así que se deberían evitar los siguientes desencadenantes todo lo posible. El sarpullido se puede desencadenar o agravar por reacciones alérgicas a una sustancia, como el polen o el humo del tabaco, o puede empeorar por la dieta del niño o incluso la dieta de la madre si el niño está amamantando.

No obstante, no todo los tipos de eccema tienen brotes como estos. Algunos son simplemente una respuesta inmunitaria al entorno del niño. Los brotes de eccema pueden ser provocados por el calor, algunos elementos químicos de los jabones, cambios de temperatura o incluso estrés.

5 formas de tratar el eccema de tu hijo

Lleva al niño a ver a su pediatra

Si parece que un niño tiene eccema o que sufre síntomas similares, en primer lugar tienes que llevar al niño a su pediatra para que le haga una revisión y reciba las recomendaciones de su médico. La irritación del pañal se confunde a veces con un eccema, así que es mejor no suponer nada sin la opinión de un médico.

Baño diario

Los expertos y los médicos recomiendan tomar un baño diario como forma sencilla de ayudar a aliviar los síntomas y los sarpullidos del eccema. No se debería usar agua caliente, ya que realmente seca la piel más. Aquí tienes dos tipos de baños caseros para ayudar a aliviar los síntomas de tu hijo.

Baño de sales

Para un baño de sales, prepara una bañera de agua templada. Añade alrededor de ⅛ de taza de sal para el baño de un bebé o 1 taza de sal por cada media bañera para un niño mayor. Deja que tu bebé se empape en el baño templado de sal durante 10 o 20 minutos y después sácalo y sécalo sin restregar. Aplica inmediatamente una loción o crema para eccemas. Este proceso se debería hacer a diario porque los baños de sal tardan hasta 10 días en influir en la piel de tu hijo.

Baño de avena

Mezcla ⅓ de taza de avena (instantánea sin sabor, avena de preparación rápida o lenta) en un procesador de alimentos de velocidades o batidora hasta que tengas un polvo consistente muy fino. Echa la avena casera en una bañera de agua corriente y agita el agua con la mano para asegurarte de que se distribuye uniformemente.

Deja que tu hijo se empape en la bañera durante 15 o 20 minutos. Cuando haya pasado ese tiempo, saca al niño y seca la piel sin restregar con una toalla suave. El baño de avena se puede dar uno o dos veces al día. También hay disponibles tratamientos para baño de avena listos para su uso. Igual que con el baño de sol, aplica inmediatamente una loción o crema para eccemas.

Se recomiendan tejidos naturales y de algodón para la ropa

La piel del niño podría irritarse con ciertos tejidos. Se recomienda usar tejidos naturales y de algodón para la ropa, además de sábanas y ropa de cama suaves. También se deberían considerar los detergentes y los suavizantes como una posible fuente de irritación. Se recomiendan productos de lavandería hipoalergénicos y sin fragancias.

Utiliza calcetines o manoplas de algodón para las manos del bebé

Si el bebé no puede evitar rascarse mientras duerme, puedes poner calcetines o manoplas de algodón en sus manos para que no dañe su piel demasiado. Puedes aplicar compresas frías durante un brote con hidratante para reducir la comezón.

Haz que examinen a tu hijo por posibles alergias alimentarias

Si el niño todavía sufre brotes y ya se han hecho muchos cambios en su entorno, podría ser el momento de considerar que podría tener una intolerancia o alergia a algún alimento. El médico del niño debería poder aconsejar si su dieta es la culpable de los brotes.

Con mucha frecuencia, los niños tienen intolerancias a la leche de vaca, huevos, soya, trigo, cacahuetes y pescado. Se debería eliminar un alimento cada vez de la dieta del niño y de la madre (si está lactando) para ver qué podría tener un efecto positivo en los síntomas del eccema del niño.

Los bebés que sufren eccemas se podrían beneficiar de cambiar a una dieta de leche para bebés hipoalergénica, pero no deberías cambiar a una leche para bebés con soya debido a los posibles alérgenos. Un diario de alimentos puede ser una herramienta muy útil para determinar qué alimentos podrían provocar una intolerancia. Un informe diario de lo que come y cómo reacciona la piel en los siguientes días puede ayudar a determinar las causas de los brotes y qué evitar.

Crema casera para eccemas

Muchos padres y expertos recomiendan una loción o crema casera para eccemas para ayudar a tratar los sarpullidos especialmente persistentes o un brote agresivo con ingredientes naturales.

Debajo detallamos una crema casera natural popular para eccemas y segura para los niños. Requiere una olla para baño María, un frasco de conservas y una batidora de mano.

Ingredientes:

Instrucciones:

  1. Primero, en una olla a baño María derrite la manteca de karité y el aceite de coco hasta que estén combinados uniformemente.
  2. Después, debes añade la miel y espera hasta que se derrita. Cuando todos los ingredientes estén líquidos y mezclados, añade los aceites de lavanda y del árbol del té a la mezcla para combinarlos.
  3. La mezcla se solidificará a temperatura ambiente o más rápido si la pones en una nevera para que se enfríe. Cuando se haya endurecido la solución, debería mezclarse con la mano hasta que se transforme en una crema suave que se pueda aplicar a mano. Se puede transferir al tarro de conservas para guardarlo a temperatura ambiente.

Usa la mezcla con moderación y en pequeñas cantidades al principio para determinar si hay alguna sensibilidad en la piel. La manteca de karité y el aceite de coco son fantásticos hidratantes, y el aceite de coco tiene mucha vitamina E para sanar. La miel tiene propiedades antibacterianas naturales. El aceite de lavanda y del árbol del té tienen propiedades curativas y ayudan a aliviar la comezón en la piel.